XXI Jornadas de Residentes y III de Tutores de la semFYC - Cáceres
10 y 11 de noviembre de 2017
Describir el uso de furosemida en una consulta de Atención Primaria de un centro urbano.
Estudio observacional retrospectivo realizado en un cupo de 1.600 pacientes de Atención Primaria. Se recogió del registro informático 25 pacientes que han tomado furosemida en el último año. Se evaluó la indicación, dosificación, tiempo de administración, edad, género, comorbilidades, tratamientos concomitantes, situación de fragilidad y controles analíticos y/o clínicos que justifiquen su continuidad. La limitación que se encontró fue el escaso número de pacientes.
Se han encontrado 25 pacientes, de los cuales 14 son mujeres (58,33%). El 100% de ellos son mayores de 70 años (71-91). El 100% son pacientes de alta complejidad. Un 33% son pacientes frágiles (criterios de Fried) y el resto prefrágiles. El 100 % están sujetos a polifarmacia. La indicación es en un 92% insuficiencia cardiaca congestiva. La dosificación es 40 mg/día en 84%. Un 92% de los pacientes toman furosemida de forma crónica. En el 100% de los pacientes se realizan controles analíticos (filtrado glomerular, potasio y sodio) y solo en un 50% se han encontrado controles clínicos de síntomas de insuficiencia cardiaca congestiva.
En los mayores, los efectos deletéreos del uso crónico de furosemida se hacen más evidentes (aumento de mortalidad, empeoramiento de la función renal, caídas por hipotensión ortostática, alteraciones hidroelectrolíticas, incontinencia urinaria…). En nuestro estudio se demuestra que, aunque esté bien indicada, la furosemida se usa de forma continuada en una población de pacientes crónicos complejos, prefrágiles y sujetos a posibles interacciones farmacológicas por polifarmacia. Se hacen controles analíticos, aunque las guías no dicen con qué frecuencia han de realizarse. Se muestra una escasa valoración de la clínica de insuficiencia cardiaca que serviría para retirar el fármaco cuando el episodio agudo ha cedido.