ATENCIÓN PRIMARIA

Mujer de 33 años que consulta por lesiones dérmicas en región inguinal bilateral, de quince días de evolución, no pruriginosas.

Enfoque individual

Sin antecedentes personales de interés. A la exploración se observan lesiones eritemato-descamativas, no pruriginosas, en región inguinal bilateral con posterior extensión a gluteos.

Se interroga sobre el contacto con animales, exposición a irritantes o cosméticos, toma de fármacos... destacando únicamente un viaje a Asturias con contacto con animales domésticos sanos, coinicidendo con el inicio de las lesiones.

Enfoque familiar y comunitario

Se interroga sobre la aparición de lesiones en personas de contacto, sin encontrarse ningún caso similar.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Se estable el diagnóstico diferencial con las siguientes patologías principalmente: pitiriasis rosada, pitiriasis versicolor, dermatofitosis y urticaria.

Tratamiento y planes de actuación

Se inicia tratamiento con fluconazol tópico sin mejoría de la clínica, que incluso se vuelve más florida y aparece en otras localizaciones.

Evolución

Para ayuda del diagnóstico diferencial, se decide consultar con Dermatología, quien considera como primera opción una Pitiriasis rosada atípica, ya que la localización no es la habitual en este tipo de enfermedad.

Al mes y medio del inicio de las lesiones, aparecen nuevas lesiones en antebrazos y raíces de miembros superiores. En la actualidad, a los dos meses y medio del inicio del cuadro, la paciente presenta aún lesiones, algunas en fase de resolución.

La pitirasis rosada o de Gilbert es una dermatosis autolimitada, que se caracteriza por una lesión inicial más grande (placa Heráldica) con erupción posterior de lesiones más pequeñas eritemato-descamativas con palidez central. Pueden ser pruriginosas. La localización más habitual es tronco, cuello y raíz de miembros superiores. No hay tratamiento específico.

La patología dermatológica es un motivo de consulta muy frecuente en Atención Primaria, que con frecuencia nos obliga a plantearnos varios diagnósticos diferenciales.