Servicio de Urgencias. Caso multidisciplinar.
Cuadro vertiginoso.
Enfoque individual
Varón de 58 años, no fumador, sin antecedentes de interés, salvo hipertensión arterial (HTA), en tratamiento. Acude a Urgencias por cuadro brusco vertiginoso, náuseas, con inestabilidad para la marcha y sensación de giro de objetos. Tratado sintomáticamente sin mejoría con aparición de nuevos síntomas: disestesias, ptosis y cervicalgia.
Exploración: Buen estado general. Eupneico. Auscultación cardiaca arrítmica. Exploración neurológica: Ptosis, hipoestesia en hemifacies izquierda y hemicuerpo derecho, Romberg + y ataxia.
Pruebas complementarias: Bioquímica, hemograma y coagulación con parámetros dentro de la normalidad. ECG fibrilación auricular (FA) no conocida. TC de cráneo con contraste: No signos de isquemia ni hemorragia agudas, ni expansividad intracraneal. RM cráneo/vascular: Lesión isquémica de perfil subagudo en la unión bulbopontina izquierda, con alta sospecha de disección del segmento V4 izquierdo.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
La clínica y las pruebas complementarias orientan hacia el diagnóstico de Infarto Lateral Bulbar o Síndrome de Wallenberg.
Diagnóstico diferencial: Infarto lateral bulbar, vértigo, encefalitis, neoplasia, etc.
Tratamiento y planes de actuación
Se ingresa al paciente en Neurología donde se inicia tratamiento anticoagulante y rehabilitación.
Evolución
El paciente evolucionó favorablemente quedando con disfagia residual secundaria al ictus precisando de espesantes para la alimentación y supervisión para las actividades de la vida diaria.
Un alto porcentaje de las consultas en Atención Primaria y Urgencias pertenece a patología muy frecuente, normalmente leve. Sin embargo, a veces enmascaran enfermedades más graves, como en nuestro caso, en la que un vértigo supuestamente periférico, resultó ser un Síndrome de Wallenberg. El Síndrome de Wallenberg o síndrome bulbar lateral es secundario a la oclusión de la arteria vertebral o cerebelosa posterior. Cursa con vértigo, disestesias, Horner, ataxia y a veces disartria y disfagia. El pronóstico suele ser favorable. La HTA es la principal causa de FA, y ésta de ictus cardioembólico, como ocurrió en nuestro caso. Para prevenirlo con anticoagulación, se usan las escalas CHADS2 VASC2. No hay tratamiento específico una vez instaurado el cuadro, salvo el control de constantes, y posteriormente prevención terciaria con estatinas, anticoagulantes y evitando factores de riesgo. La prevención primaria evitaría muchos de estos casos.