XXXIV Congreso de la semFYC - Gran Canaria
del 12 al 14 de junio 2014
ÁMBITO DEL CASO
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
MOTIVOS DE CONSULTA
Paciente acude por nerviosismo y palpitaciones.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Mujer de 55 años con antecedente de vitíligo que acude a consulta por astenia, pérdida de peso, temblor y nerviosismo de dos meses de evolución. En la exploración destaca un discreto exoftalmos de ojo izquierdo. Se realiza un analítica que refleja un hipertiroidismo primario sin otras alteraciones. Un año después, acude con clínica de polidipsia, polifagia y poliuria, siendo diagnosticada de Diabetes Mellitus tipo dos. En una posterior analítica realizada por el Servicio de Endocrinología, se confirma como diagnóstico definitivo el de Diabetes tipo LADA, al resultar positivo el estudio de anticuerpos antiinsulina y antiGAD.
Enfoque familiar
Padre con Diabetes Mellitus tipo dos.
Desarrollo
Síndrome pluriglandular tipo tres.
Síndrome pluriglandular tipo dos.
Confluencia de enfermedades (Diabetes Mellitus tipo LADA, enfermedad de Graves-Basedow, vitíligo).
Tratamiento
El hipertiroidismo fue tratado con carbimazol y propranolol. Al no reducir las cifras de TSH, requirió dos sesiones de ablación con yodo radioactivo y posteriormente terapia con levotiroxina para corregir el hipotiroidismo yatrogénico.
La hiperglucemia fue tratada con antidiabéticos orales acabando en pauta de insulina bolo-basal por no control.
Evolución
Actualmente se encuentra en revisión por el Servicio de Endocrinología para el ajuste de la pauta bolo-basal.
Asintomática desde el punto de vista tiroideo.
Semestralmente se realizan analíticas para realizar un diagnóstico lo más precoz posible de otras afectaciones orgánicas, como por ejemplo de la médula suprarrenal.
CONCLUSIONES
Han pasado tres años desde el inicio de la sintomatología, en los que se han necesitado conocimientos multidisciplinares y se han producido cambios de diagnósticos. Hoy, tenemos una actitud expectante ante posibles nuevas afecciones glandulares que pudiesen corroborar que se tratase de un Síndrome pluriglandular y que no pudiera haberse expresado aún completamente. De lo contrario, ¿es posible que no exista relación etiológica entre todas ellas y fuese una coincidencia puramente fortuita?, ¿podría tratarse de la expresión de un síndrome no catalogado?. Lo cierto es que debemos ser audaces ante la confluencia de sintomatología para un correcto abordaje de nuestros pacientes. Los síntomas nos llevan al diagnóstico de enfermedades y la confluencia de algunas nos ponen de manifiesto los síndromes, como el caso que nos atañe.