XXIII Jornadas de Residentes y V de Tutores de la semFYC
22 y 23 de noviembre de 2019
Enfoque individual
Como antecedentes personales, tenía una bronquitis crónica en tratamiento con formoterol y budesonida inhalados, una hipertensión arterial que se trataba con valsartán e hidroclorotiazida y un reflujo gastroesofágico para el que tomaba ranitidina.
La exploración física fue anodina.
Ante la ausencia de hallazgos, se solicitó una analítica de sangre en la que únicamente destacó un descenso del filtrado glomerular (26,96 mL/min/1,73m2) a pesar de tener una función renal (FR) conservada en todas las analíticas previas. Se completó el estudio con una ecografía urológica que no mostró patología y un sedimento de orina donde destacaba una densidad urinaria aumentada.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínco, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Jucio clínico: Fracaso renal agudo (FRA).
Diagnóstico diferencial: FRA pre-renal. FRA parenquimatoso por necrosis tubular aguda, lesión túbulo-intersticial o lesión glomerular. FRA obstructivo.
Tratamiento y planes de actuación
Un FRA en el contexto de la ingesta de un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) durante un periodo de tiempo prolongado, junto con la toma de un antihipertensivo antagonista del receptor de la angiotensina (ARA-II) y de un diurético, pusieron sobre la pista de una posible “Triple Whammy” como causa etiológica del mismo. Es por ello que se retiraron los fármacos nefrotoxicos.
Evolución
Se repitió un control analítico aproximadamente un mes y medio después del ajuste de medicación y se confirmó una mejoría de la FR.“Triple Whammy” es como se conoce al deterioro agudo de la función renal desencadenado por la administración simultánea de inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECAs) o ARA-II, diuréticos y AINEs. La incidencia anual de iatrogenia renal debida a la “Triple Whammy” es de 3,4 casos/1.000 consumidores, siendo especialmente importante en la población anciana polimedicada.
La Atención Primaria, dado que valora al paciente en toda su integridad, es el ámbito ideal para detectar interacciones farmacológicas potencialmente graves y fácilmente evitables como es la “Triple Whammy”. Con una medida tan sencilla y rápida como revisar los tratamientos, se podría disminuir el riesgo de iatrogenia por fármacos.