XXIII Jornadas de Residentes y V de Tutores de la semFYC
22 y 23 de noviembre de 2019
Enfoque individual
Mujer de 79 años que acude a su médico de atención primaria por rectorragia de 72 horas de evolución. La paciente refiere inicio de la sintomatología hace 3 días aproximadamente, manifestando sangre fresca en las heces sin otros productos patológicos. Niega náuseas, vómitos o dolor abdominal. Niega fiebre termometrada, así como; abuso de antiinflamatorios durante los días previos u otro desencadenante que pudiera justificar dicha clínica. Como antecedentes personales de interés, hipertensión arterial y diabetes mellitus tipo 2 en tratamiento.
Hemodinamicamente estable; normocoloración de piel y mucosas. Auscultación cardio-pulmonar sin hallazgos de interés. Exploración abdominal anodina, palpación no dolorosa en ninguno de los cuadrantes. En miembros inferiores se objetivan múltiples petequias a nivel distal. Dedil con restos de sangre fresca a la realización del tacto rectal.
En este contexto, se insiste a la paciente en la necesidad de acudir al Servicio de Urgencias para realización de pruebas complementarias. La paciente refiere encontrarse bien, mostrándose reticente a nuestras recomendaciones. Tras una larga conversación e insistir en ello, la paciente finalmente acepta.
Durante su estancia en Urgencias se realiza analítica sanguínea de control descartándose anemización relevante y objetivándose trombocitopenia de 4000 plaquetas/mm3 sin alteraciones en la coagulación ni otras citopenias acompañantes. Controles previos dentro de la normalidad.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínco, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Púrpura trombocitopénica idiopáticaTratamiento y planes de actuación
Tras iniciar perfusión con Omeprazol, se realiza interconsulta al Servicio de Hematología quienes deciden ingreso a su cargo para pauta de corticoterapia y estudio de probable púrpura trombocitopénica idiopática.
Evolución
Durante su ingreso se descartan causas secundarias, decidiéndose alta hospitalaria tras recuperación progresiva de la cifra de plaquetas y resolución de la rectorragia.
En muchas ocasiones el médico de familia actúa como primer eslabón en el diagnóstico de enfermedades potencialmente graves como el caso propuesto. Por otro lado, cabe destacar la cercanía que impregna la relación médico-paciente en esta especialidad. Esta familiaridad convierte al médico de atención primaria en un elemento fundamental en aquellos pacientes que se muestran reticentes a la atención hospitalaria, siendo necesario tomarse un tiempo para hablar con ellos, empatizar y tranquilizar.