XXIII Jornadas de Residentes y V de Tutores de la semFYC
22 y 23 de noviembre de 2019
Atención Primaria
Servicios de Urgencias y Medicina Interna
Enfoque individual
Mujer 50 años, fumadora y obesa mórbida. Acude a su médico por lesión abdominal dolorosa de 3 días de evolución, con supuración en domicilio. Refiere crecimiento de la lesión. No fiebre ni otra sintomatología.
Con sospecha de absceso en pared abdominal, se inicia tratamiento con antibioterapia oral sin mejoría. Dado el empeoramiento clínico y aparición de febrícula, la paciente acude a Urgencias.
En urgencias se evidencia lesión abdominal ulcerada de base purulenta, de grandes dimensiones, con bordes activos de color violáceo. Febrícula. Se extrae analítica con leucocitosis y elevación de RFA (Reactantes de fase aguda).
Ante la repercusión sistémica, se decide ingreso en Medicina Interna para estudio y tratamiento de la lesión.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínco, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Lesión cutánea sugestiva de proceso infeccioso, a descartar ectima gangrenoso, hidrosadenitis supurativa, pioderma gangrenoso, entre otros.
Se biopsia la lesión para llegar al diagnóstico definitivo, que confirma la sospecha clínica de pioderma gangrenoso.
Tratamiento y planes de actuación
Se mantiene a la paciente con antibioterapia de amplio espectro, pendientes del resultado de la anatomía patológica. Ante el diagnóstico de pioderma gangrenoso, se inicia tratamiento con corticoterapia tópica y oral con franca mejoría de la lesión.
Evolución
Tras veinte días de ingreso, la paciente recibe el alta hospitalaria con dosis bajas de corticoides orales de mantenimiento.
Un pioderma gangrenoso es una dermatosis neutrofílica poco frecuente. Se presenta como una pápula o pústula inflamatoria que progresa a una úlcera dolorosa con borde violáceo y base purulenta. Afecta principalmente a mujeres de edad media y su localización más frecuente es el tronco y miembros inferiores.
Más del 50% de los pacientes con esta entidad, asocian otra enfermedad sistémica, sobre todo EII (Enfermedad Inflamatoria Intestinal), patologías hematológicas o artritis. Se recomienda descartar estas patologías en pacientes sin antecedentes de interés.
Su diagnóstico se confima con la biopsia de la lesión, aunque no existe ningún hallazgo patognomónico.
Su tratamiento inicial son corticoides o tacrolimus tópico, seguido de esteroides o inmunosupresores sistémicos en los casos más severos. Su resolución es lenta, y pueden producirse recidivas, por lo que se recomienda realizar seguimiento de estos pacientes.