III Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
6-7 de junio de 2025
Mujer de 59 años que presenta episodios de repetición de erupción cutánea en ambos muslos.
Enfoque individual
Paciente de 59 años, dislipemia sin otro antecedente de interés. Trabaja en cámaras frigoríficas de un hipermercado.
A la exploración física presenta pápulas eritemato-violáceas en cara externa de ambos muslos ligeramente pruriginosas, se aprecia también en la misma zona lesiones en resolución con hiperpigmentación residual. Las lesiones palidecen con la vitropresión. No edema en extremidades.
Ha tomado tratamiento antihistamínico con ligera mejoría.
Refiere que se tratan de episodios recurrentes, especialmente en invierno.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Urticaria, vasculitis, eritema pernio, dermatitis por contacto.
Tratamiento y planes de actuación
Se pauta antihistamínico oral con tratamiento corticoideo tópico y se deriva a consultas de dermatología.
Evolución
Cuando acude a la consulta de dermatología la erupción ha desaparecido persistiendo solo las lesiones residuales. Toman muestras para biopsia y solicitan estudio analítico con serologías, anticuerpos antinucleares y reactantes de fase aguda. Tanto la analítica como la biopsia fueron normales.
Meses después, nuevamente en invierno, nueva aparición de la erupción, revalorada por dermatología y ante la normalidad de las pruebas diagnósticas etiquetan como perniosis de los muslos asociada al frío.
Con la sospecha diagnóstica se constata que las lesiones brotaban en los meses de invierno, siendo más molestas los días laborables, con discreta mejoría los fines de semana y en épocas de calor. La paciente no usaba los pantalones térmicos que facilitaban en su puesto de trabajo por resultar incómodos.
En el medio rural vemos muy frecuentemente eritema pernio en manos y pies pero no debemos olvidar que también puede afectar a otras localizaciones. En este caso la localización atípica dificultó el diagnóstico.
Por otro lado, el conocimiento de la globalidad del paciente, incluyendo el ámbito laboral es fundamental en nuestra práctica clínica diaria.