Varón de 37 años. No AMC. Consumidor de cannabis habitual (2-3 cigarrillos/día desde hace 14 años). RGE en tratamiento con omeprazol 20 mg DE.

 

Acude a urgencias por vómitos incoercibles de 3-4 horas de evolución de contenido alimenticio y posteriormente bilioso, sin claro dolor abdominal asociado ni fiebre. No otra clínica. Refiere haber tenido episodios previos que mejoraban al bañarse con agua caliente.

 

Hemodinámicamente estable. Abdomen doloroso difuso a la palpación sin focalizar ni defensa. Resto anodino.

Se solicita analítica, sedimento de orina y rx abdominal, todas dentro de la normalidad.

 

Se trata con primperan y ondasentron sin clara mejoría de los vómitos. El paciente insiste en necesidad de tomar duchas de agua caliente, se permite que se duche en el servicio de urgencias mejorando la clínica.

 

Familia desestructurada que favorecen el consumo de tóxicos.

 

Dada las características del cuadro se diagnostica de síndrome emético por marihuana. Ante mejoría del cuadro es dado de alta. El paciente reacude a las 3 horas por clínica similar. Al rehistoriarlo admite haberse fumado dos porros al llegar a domicilio.

 

Se pauta tratamiento de soporte y se decide ingreso 24-48 horas hasta resolución de vómitos e iniciar desintoxicación a marihuana.

 

A las 24 horas de ingreso y dejar el consumo paciente mejora espontáneamente. Se dan recomencdaciones a él y su familia, además de explicar los recursos disponibles para ayudarle a desintoxicación. 

Este caso nos sirve para reflexión en la importancia de la buena anamnesis al paciente y la correcta identificación de antecedentes. Además de escuchar atentamente lo que nos cuentan, ya que inicialmente desde enfermería catalogaban al paciente de psiquiátrico ante el extraño comportamiento con respecto a las duchas.