XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Dorsalgia
Enfoque individual
Mujer de 95 años, hipertensa. Dolor costal tras caída accidental. En los últimos meses, pérdida de peso moderada y astenia. Afebril.
No apofisalgias. Dolor a la palpación en últimos arcos costales derechos. Auscultación cardiopulmonar y exploración abdominal sin hallazgos. No adenopatías.
Radiografías de columna dorsal y parrilla costal, con aplastamiento de D9 no conocido, costillas íntegras. Analítica con VSG de 120, aumento de beta2 microglobulina, aumento monoclonal de IgA y cadenas ligeras lambda, no anemia, no hipercalcemia, TSH normal.
Enfoque familiar
Vive con sus hijos. Buen apoyo familiar.
Desarrollo
Juicio clínico: mieloma múltiple.
Diagnóstico diferencial: Fractura osteoporótica, neoplasia, infección.
Tratamiento
Analgesia. Se deriva a Hematología para estudio.
Evolución
El estudio de médula ósea, evidencia un mielomamúltiple. Dado que la paciente mejora con analgesia de primer escalón, y no hay otras lesiones óseas líticas, se decide manejo conservador.
Las fracturas vertebrales son frecuentes en ancianos. Las causas más frecuentes son: alteraciones del metabolismo óseo (incluida la osteoporosis), traumatismo desde gran altura, neoplasias e infecciones. La ausencia de traumatismo previo ni descarta ni sugiere que se trate de una fractura patológica, dado que 2/3 de las fracturas osteoporóticas son morfométricas.
Parece razonable la solicitud de una analítica general que incluya hemograma, VSG (el LR de una VSG mayor de 50 es de 18, 7 para fractura patológica), creatinina, fostatasa alcalina, calcio, fósforo y TSH. En función de la anormalidad de estas pruebas o de la sospecha clínica se incluirán otras determinaciones (PTH, vitamina OH-D, proteinograma…). En el caso de nuestra paciente, se solicitó proteniograma por la presencia de síndrome confusional.
La radiografía puede ser un elemento importante en el diagnóstico diferencial de las fracturas vertebrales. Las fracturas osteoporóticas suelen presentar afectación dorsolumbar, acuñamiento anterior, respetando los pedículos sin producir afectación neurológica. Las fracturas secundarias a neoplasias suelen afectar vértebras por encima de D5, acuñamiento posterior y afectación de los pedículos, a menudo con signos de lesión neurológica, radicular o medular. La fractura con vértebra bicóncava es más típica de la enfermedad de Paget y de fractura osteoporótica. La presencia de múltiples vértebras fracturadas, obliga a descartar un proceso secundario patológico no osteoporótico.