Paciente mujer de 22 años que sufre atropello por vehículo a motor en vía pública. Refiere dolor costal derecho.

Enfoque individual

La paciente no padece ninguna enfermedad, nunca ha sido operada y no toma tratamiento actualmente.

Refiere dolor en región costal derecha, continuo y que no aumenta con los movimientos, además de leve sensación disneica. 
Exploración física: auscultación cardíaca con tonos rítmicos sin soplos ni extratonos, auscultación pulmonar o disminución del murmullo vesicular en hemitórax derecho sin otros ruidos sobreañadidos.
Frecuencia cardíaca: 88 lpm. Saturación de oxígeno: 97%.

Radiografía de tórax: hiperinsuflación de hemitórax derecho con rectificación de arcos costales y visualización de posible línea de neumotórax.

Se decide realización de TAC para confirmación diagnóstica por baja concordancia entre síntomas clínicos y signos radiológicos.

TAC de tórax: no neumotórax, no derrame pleural. Hallazgos sugerentes de alteración pulmonar congénita (posible atresia bronquial).

Enfoque familiar y comunitario

Juicio clínco, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Accidente de tráfico. 
Alteración congénita pulmonar derecha.

Tratamiento y planes de actuación

Evolución

La paciente se encuentra sin dolor a consecuencia del accidente y sin síntomas respiratorios. En control, estudio y seguimiento por Neumología.

Este caso es un claro ejemplo que demuestra que las pruebas complementarias no dejan de ser una herramienta extra durante la historia clínica. Recordar que siempre debe primar la clínica del paciente y que las pruebas de imagen deben basarse en un contexto clínico, no son únicamente imágenes, están unidas a una situación clínica y paciente concreto. 

Debemos estudiar al paciente de manera global, como una sumatoria de antecedentes, estado físico y clínico del momento, resultado de pruebas analíticas y de imagen e intentar hacer una balanza, dándole el peso que corresponde a cada apartado.