Controlar la infección por coronavirus en pacientes institucionalizados en un centro sociosanitario con trastorno de conducta grave. Posicionamiento del médico de familia ante el paciente, la familia y una institución. Orquestar sin partitura. Dar y tener seguridad en la incertidumbre con herramientas fundamentales como el testado y la sectorización. 

Pacientes institucionalizados con trastornos de conducta grave entre los 25-61 años, polimedicados, pluripatológicos y con problemas para comunicarse. Abandono familiar, duelo, algún caso de maltrato, pocas posibilidades de una vida diferente, un hogar, una familia ausente y una familia presente; los cuidadores. Una clínica insidiosa y sólo basada en la mayoría de los casos en cómo los cuidadores conocen perfectamente a los pacientes. 34 y 8 casos de coronavirus en los dos centros residenciales y dos formas diferentes de testar; antígenos y pcr.  Dos posibilidades de sectorización que también influyeron en el resultado. Un ingreso hospitalario, ninguna perdida. 

Importancia del testado, lo antes posible y cuántas más veces mejor. Importancia de la sectorización. Importancia del seguimiento diario. Importancia de la comunicación; la no verbal usada de la forma más eficiente en toda mi vida profesional, comunicación con la instiución, la familia y los cuidadores. Importancia del estar \" siempre\". 

Una enseñanza que ha traído el coronavirus, la doctrina del \" seguidme\". La presencia del médico de familia en un centro sociosanitario para controlar una infección desconocida en mitad de la incertidumbre de protocolos que hay que adaptar en cada uno de los casos, utilización del testado como la herramienta más útil.