XXIII Jornadas de Residentes y V de Tutores de la semFYC
22 y 23 de noviembre de 2019
Enfoque individual
Paciente varón de 31 años que acude por tos sin expectoración, malestar general con mialgias y febrícula de 3 días de evolución. No disnea. No nauseas ni vómitos. No diarrea. No síndrome miccional. No melenas ni rectorragia. No pérdida de peso, no astenia ni anorexia.
No antecedentes médicos ni quirúrgicos de interés.
Auscultación cardiaca: Rítmico sin soplos.
Auscultación pulmonar: Murmullo vesicular conservado sin ruidos sobreañadidos.
No hipertrofia amigdalar ni exudados.
Abdomen: No cicatrices. Ruidos hidroaereos preservados. Blando y depresible. Se palpa masa de unos 5-6 cm en fosa iliaca derecha de consistencia dura, con bordes regulares y con leve molestia a la palpación. No signos de irritación peritoneal. No adenopatías inguinales. Pulsos femorales conservados.
Extramidades inferiores: No edemas.
Enfoque familiar y comunitario
El paciente no presentaba antecedentes familiares de neoplasia digestiva.
Juicio clínco, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Orientamos como masa abdominal a estudio y cuadro gripal sin complicaciones.
Diagnóstico diferencial: Neoplasia de colon, obstrucción intestinal, plastrón apendicular, abceso, diverticulitis, vólvulo, linfadenitis mesentérica, neuroblastoma, malformación genitourinaria.
Tratamiento y planes de actuación
Solicitamos analítica con hemograma, perfil hepático, función renal, hierro y ferritina, sedimento de orina y ecografía abdominal urgente.
Pautamos paracetamol 1g c/8h.
Evolución
El paciente acude con los resultados de las pruebas, evidenciándose un riñón derecho ectópico en fosa iliaca derecha, irrigado por la arteria iliaca común, de tamaño normal, sin dilatación ni masas. Resto de ecografía abdominal normal y analítica y sedimento de orina sin alteraciones destacables.
Se explica al paciente el resultado, el cual desconocía la presencia de riñón ectópico, no habiéndose detectado previamente.
Es importante realizar una exploración física completa con el fin de detectar hallazgos relevantes que pueden ser asintomáticos y de baja prevalencia, como es el caso del riñon ectopico con una prevalencia de 1/1000 autopsias.
Ante una exploración que sugiere proceso maligno, hay que ser cautos antes de proporcionar un diagnóstico definitivo y esperar a tener los resultados de las pruebas complementarias que clarifiquen el diagnóstico.