III Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
6-7 de junio de 2025
Enfoque individual
Mujer de 47 años, sin antecedentes, en tratamiento con anticonceptivos orales. Consulta por cuadro catarral de 3 días, que evolución a astenia y disnea de moderados esfuerzos. A la exploración física hipertensión arterial 170/130 y taquicardia a 130 lpm, resto normal. Se deriva a Urgencias, donde se detecta PCR positiva para metapneumovirus y se da de alta.
Reconsulta al día siguiente por persistencia de síntomas, se descarta TEP (es un centro urbano, se realiza extracción de coagulación que la paciente lleva al hospital) y se inicia antihipertensivo. Sin mejoría a las 48 horas, se solicita analítica ampliada, que muestra hipertiroidismo (TSH suprimida, T4 elevada).
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Como diagnóstico diferencial varias opciones, se van descartando:
Tratamiento y planes de actuación
Inicio tiamazol 5 mg cada 8 horas y bisoprolol 2,5 mg al día y realizamos interconsulta a Endocrinología.
Evolución
En Medicina de Familia, hacer un buen diagnóstico diferencial es esencial para valorar distintas causas y llegar al tratamiento adecuado de forma eficiente. Este proceso mejora el razonamiento clínico al comparar síntomas, antecedentes y pruebas. En este caso, el seguimiento en Atención Primaria fue clave: comenzó como una infección leve, pero la persistencia de hipertensión y taquicardia llevó a descartar varias patologías hasta encontrar la causa. El control analítico y el ajuste del tratamiento fueron fundamentales.
La aparición de hipertiroidismo tras una infección vírica respiratoria es una forma de debut frecuente de tiroiditis subaguda; y no tiene por qué acompañarse de una exploración patológica del tiroides.