XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención primaria.
Hipoacusia, acúfenos y vértigo en oído izquierdo.
Enfoque individual
-Antecedentes personales: No AMC, no hábitos tóxicos, hipercolesterolemia, no antecedentes quirúrgicos. No antecedentes familiares de interés.
-Anamnesis: Varón de 52 años que nos consulta por hipoacusia y acúfenos de presentación súbita en oído izquierdo desde hace 3 semanas, acompañándose en la última semana de vértigo que el paciente describe como muy intenso, con sensación de giro de objetos de varias horas de duración. Nos comenta que lleva 2 años con una sintomatología similar, pero nunca tan intensa como en el momento actual.
-Exploración: AC: rítmica sin soplos. AP: mvc, sin ruidos patológicos. Exploración neurológica: no focalidad. Otoscopia: normal en ambos oídos.
-Pruebas complementarias: Analítica: sin alteraciones significativas. Audiometría: muestra una hipoacusia de percepción con caída para tonos graves. RMN cerebral: sin hallazgos significativos.
Enfoque familiar
Enfoque Familiar y comunitario: Casado, buena relación con su mujer e hijos. Poco frecuentador de nuestra consulta en centro de salud. Nivel socio-cultural medio.
Desarrollo
-Juicio clínico: Enfermedad de Meniere.
-Diagnóstico diferencial: Neurinoma del acústico, meningiomas del ángulo pontocerebeloso.
-Identificación de problemas: La hipoacusia se irá haciendo cada vez más mantenida a pesar del tratamiento y los acúfenos se harán permanentes, mejorando únicamente el vértigo.
Tratamiento
Tratamiento: Dieta hiposódica, Clorhidrato de Betahistina, rehabilitación vestibular, inyección de dexametasona intratimpánica (una inyección de 4 mg/ml a la semana durante 5 semanas).
Evolución
Evolución: El paciente persiste con la hipoacusia y acúfenos, pero ha mejorado bastante la sensación de vértigo llegando a desaparecer tras la realización de los ejercicios vestibulares y la inyección de dexametasona intratimpánica.
Conclusiones: Se trata de una enfermedad en la que lo más frecuente es comenzar con episodios de hipoacusia, que afecta a tonos graves, con o sin acúfenos fluctuantes, asociandose a los pocos días con crisis de vértigo periférico. Al principio se puede recuperar la hipoacusia, pero conforme se van repitiendo las crisis esta se va haciendo más mantenida y va afectando a todas las frecuencias, haciendose los acúfenos permanentes. Lo único que mejora tras el tratamiento médico es el vértigo, el cual puede llegar a desaparecer.