XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Tumoración a nivel abdominal.
Enfoque individual
Se trata de un varón de 69 años, que presenta como antecedentes conocidos hipertensión arterial, dislipemia, y Diabetes tipo 2. Acude inicialmente a su médico de Atención Primaria por dolor que define como "quemante" a nivel de hemiabdomen izquierdo, asociado a la aparición de lesiones vesiculosas a dicho nivel, que no superaban la línea media. Se diagnosticó como un Herpes Zóster con afectación de metámeras T10-T11, y se pautó Valaciclovir 1gr cada 8h durante 7 días. Tras dos semanas acude de nuevo a consulta, preocupado por bultoma a nivel de la región previamente descrita, de unos tres días de evolución. A la exploración se objetiva mejoría de las lesiones cutáneas, que se encuentran ya en vías de resolución, y protusión de la pared abdominal a dicho nivel, sin que se palpen masas ni otras alteraciones, y siendo el resto de la exploración completamente anodina. Se asume como diagnóstico más probable la denervación muscular secundaria al Herpes Zóster, por lo que se solicita electromiograma para completar estudio. Dos semanas más tarde, se realiza dicha prueba que confirma afectación neurógena motora con intensa denervación activa en los miotomos T10-T12 izquierdos.
Enfoque familiar
Paciente con apoyo familiar adecuado.
Desarrollo
Denervación motora secundaria a Herpes Zóster.
Diagnóstico diferencial: Masa abdominal, hernia.
Tratamiento
Controles evolutivos a través de su médico de Atención Primaria, mentalizando al paciente de la lentitud evolutiva del proceso. Centrar especialmente la atención en el control de dolor en caso de que existiera.
Evolución
Actualmente han transcurrido unos tres meses desde el inicio del cuadro, sin que se aprecien cambios de interés.
Las complicaciones del Herpes Zóster van más allá de la tan conocida neuralgia posherpética. Aunque es cierto que las secuelas más comunes son a nivel sensitivo, también existen afectaciones a nivel motor que hay que tener en cuenta. Será una opción a valorar en aquellos casos en los que exista un antecedente reciente de lesión cutánea compatible, con posterior aparición de protusión abdominal en dicha localización, sin que se palpen defectos de pared, siendo necesario para su confirmación la realización de un electromiograma.