XXXIV Congreso de la semFYC - Gran Canaria
del 12 al 14 de junio 2014
ÁMBITO DEL CASO
Pediatría: Atención Primaria y Urgencias (caso multidisciplinar).
Caso multidisciplinar
MOTIVOS DE CONSULTA
Hematoma periocular bilateral tras traumatismo facial.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Niño de 3 años sin antecedentes médicos ni quirúrgicos previos, con vacunación correcta según el calendario. Acude a consulta por traumatismo frontal ocurrido hace 5 días, sin pérdida de conocimiento, ni vómitos, ni alteraciones de la marcha y la conducta desde entonces. Hace 4 días comenzó con hematoma en región frontal, extendiéndose progresivamente hacia ambas regiones perioculares. Además refieren pequeños hematomas en MMII desde hace un tiempo que relacionan con el inicio de actividad física con los compañeros. No ha presentado fiebre ni otra sintomatología.
A la exploración, presenta hematoma periocular y equimosis en MMII y tórax, no sugestivas de hematomas traumáticos. Se deriva a Urgencias Hospitalarias para descartar PTI.
AS: Hb 10.4, Hto 31.7, plaquetas 4000, resto normal
Rx cráneo: se descarta fractura.
Enfoque familiar
Familia normofuncional, padre ejerce profesión relacionada con la Sanidad y madre profesora, ambos sin antecedentes de interés.
Al inicio se sospechó de traumatismo de base del cráneo, pero el haber transcurrido 5 días y la presencia de equimosis descartaban dicho diagnóstico.
Diagnóstico
Al inicio se sospechó de traumatismo de base del cráneo, pero el haber transcurrido 5 días y la presencia de equimosis descartaban dicho diagnóstico.
Otra causa de hematoma palpebrales es amiloidosis.
Por la presencia de equimosis nos decantamos por la sospecha de PTI.
Tratamiento
Se decide ingreso y se administran dos pulsos de Ig iv, presentando al alta 90000 plaquetas.
Evolución
Actualmente se encuentra asintomático, en seguimiento por Hematología Pediátrica.
CONCLUSIONES
El presente caso ilustra la importancia de la anamnesis y la exploración para un correcto diagnóstico. En los niños es fundamental la exploración completa, observando cada rincón de su pequeño cuerpo. En este caso, si nos hubiésemos centrado en el hematoma periorbitario, con descartar la fractura habría sido suficiente. Al indagar en la exploración descubrimos la verdadera causa de dicho hematoma evitando así una mayor complicación.