Servicio de urgencias. Caso multidisciplinar.
Estreñimiento y dolor abdominal.
Enfoque individual
Mujer de 77 años que acude a urgencias por estreñimiento de más de 10 días de evolución y dolor abdominal difuso. No fiebre, no otra sintomatología acompañante. Como antecedentes personales presenta DM tipo 2, hipercolesterolemia e HTA. Tratamiento con Atorvastatina 20mg 0-0-1; Metformina 850mg 1-1-1; Pantoprazol 20mg 1-0-0.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: Suboclusión colónica secundaria a fecaloma rectal, pneumoperitoneo secundario.
Diagnóstico diferencial: Neumatosis quística intestinal. Sindrome de Ogilvie. Neoplasia de colon.
Tratamiento y planes de actuación
A su llegada estable hemodinámicamente, abdomen blando, con RHA, doloroso de forma difusa a la palpación. Resto de exploración física sin alteraciones.
Rx abdomen: gran fecaloma rectal.
Analítica a destacar anemia microcítica e hipocroma.
Se intenta extracción manual de fecaloma y sondaje rectal con mejoría clínica de la paciente.
Evolución
Posteriormente comienza con malestar general, hipotensión arterial franca, bajo nivel de consciencia y desaturación. TAC abdominal urgente: suboclusión colónica secundaria a fecaloma rectal, pneumoperitoneo secundario. Isquemia mesentérica de aproximadamente 130cm de íleon y colon derecho y transverso hasta el ángulo esplénico. Se realiza ileocolectomía subtotal con ileostomía terminal en fosa ilíaca derecha. En el postoperatorio se produce shock distributivo secundario, fracaso multiorgánico y exitus.
Los fecalomas pueden pasar desapercibidos inicialmente debido a la presencia de diarrea por rebosamiento. También pueden manifestarse como masas abdominales con clínica incluso extradigestiva como incontinencia urinaria. En casos más avanzados pueden producir megacolon tóxico o retención urinaria. Las complicaciones más severas son la insuficiencia respiratoria, perforación intestinal o uropatía obstructiva. Aunque el diagnóstico es clínico, la radiología simple o el TAC pueden ser útiles para el diagnóstico. El tratamiento del fecaloma debe ser inicialmente conservador con reposo digestivo, laxantes y enemas o extracción manual del mismo. El tratamiento quirúrgico se reserva para cuando fallan estas medidas o existe riesgo de complicaciones. El pronóstico tras la cirugía empeora especialmente en pacientes ancianos.