XXIII Jornadas de Residentes y V de Tutores de la semFYC
22 y 23 de noviembre de 2019
Enfoque individual
Paciente varón de 16 años sin antecedentes médico-quirúrgicos de interés, que acude a Servicio de Urgencias por cuadro de 2 días de evolución consistente en edema palpebral bilateral asociado a fiebre de hasta 38.5º. Como síntomas acompañantes presenta, tos y congestión y secreción nasal. Se encuentra en tratamiento pautado por su médico de Atención Primaria con antihistamínico y corticoides con escasa mejoría.
A la exploración, se evidencia el edema palpebral sin otros hallazgos.
Se interpreta como cuadro catarral y se da el alta hospitalaria.
Cuatro días después, vuelve por ausencia de mejoría del edema y la fiebre, y aparición de adenopatías en región submandibular y cervical.
Se realiza analítica en la que destaca leucocitosis con aumento de linfocitos y elevación de enzimas transaminasas por lo que se solicita serología para Parvovirus B19 y Virus de Epstein-Barr resultando la IGM de este último positiva.
Se reinterroga a paciente quien refiere ambiente epidémico de mononucleosis en su equipo de fútbol.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínco, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
El edema periorbitario es un signo que puede estar presente en diversas patologías, tanto locales como sistémicas (Sd. Nefrótico, hiponatremia, reacción alérgica…).
Es poco frecuente y hay pocos casos documentados de edema palpebral como síntoma de mononucleosis infecciosa, sin embargo, puede aparecer al inicio de la enfermedad por lo que hay que tenerla en cuenta para el diagnóstico diferencial.
Tratamiento y planes de actuación
Como tratamiento al alta, se indicó tratamiento antiinflamatorio con Ibuprofeno 600MG. Se recomendó reposo relativo, evitando el deporte; evitar la ingesta de alcohol; y control analítico en una semana.
Evolución
En analítica posterior, se evidencia mejoría de enzimas transaminasas. Mejoría clínica tras unas semanas.Ante un paciente que no mejora con tratamiento pautado, es importante realizar una buena historia clínica, dudando de diagnósticos anteriores y recabando nuevos datos que puedan orientar a etiologías menos comunes para esos síntomas, como en este caso el edema palpebral como manifestación de mononucleosis infecciosa.