XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria, Servicios Urgencias.
Caso multidisciplinar
Dolor abdominal inespecífico, astenia y pérdida de peso.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Alergia al diclofenaco; espondiloartrosis y escoliosis. Padre y un hermano fallecidos por adenocarcinoma de páncreas.
Anamnesis: mujer de 61 años, que acude a consulta de Atención Primaria por dolor abdominal, astenia y pérdida de peso de varios meses de evolución. Solicitamos analítica de sangre donde se objetivan linfocitosis absoluta con plaquetopenia. Derivamos preferente a Hematología y se pauta analgesia. Ante el empeoramiento en los siguientes días, la paciente acude a Urgencias, donde realizan ecografía abdominal ante el hallazgo de esplenomegalia evidente, ingresándo posteriormente en Hematología para continuar estudio.
Exploración física: esplenomegalia de 4-5 cm, con dolor a la palpación en epigastrio, hipocondrio y flanco derechos.
Pruebas complementarias:
-Analítica: linfocitos 12.700, plaquetas 115.000. Resto normal.
-Biopsia de médula ósea: infiltración intersticial y nodular por Linfoma no Hodgkin B, compatible con linfoma de células del manto.
Enfoque familiar
Soltera, sin hijos, con poco apoyo familiar. Relación cordial y apoyo por parte de una vecina. Nivel socio-cultural medio-bajo.
Desarrollo
Juicio Clínico: Linfoma no Hodgkin tipo células del manto.
Diagnóstico Diferencial: Pancreatitis crónica, hepatitis crónica, cólico biliar, úlcera gastro-duodenal, leucemia linfática crónica...
Identificación de problemas: el linfoma no Hodgkin es una enfermedad muy prevalente en la actualidad, pero difícil de diagnosticar en estadíos incipientes desde Atención Primaria debido a nuestros limitados recursos.
Tratamiento
Quimioterapia, soporte psicológico y seguimiento por nuestra parte y el servicio de Hematología.
Evolución
Diez meses después del diagnóstico la paciente se encuentra estable y animada desde el punto de vista psicológico, recibiendo actualmente aun tratamiento quimioterápico.
El seguimiento periódico que podemos llevar a cabo de nuestros pacientes en Atención Primaria y de este caso en particular nos permitió llegar a sospechar una etiología tumoral, confirmándose posteriormente en Atención Especializada. De ahí nuestra importancia como médicos de familiar de identificar síntomas de alarma que puedan orientar el diagnóstico final.