Comunicaciones: Casos clínicos

«Doctora, no me puedo levantar de la silla» (póster)

Ámbito del caso

Atención Primaria.

Motivos de consulta

Mialgias generalizadas.

Historia clínica

Enfoque individual

Mujer de 60 años, fumadora, sin otros antecedentes a destacar. Consulta por mialgias de 3 semanas de evolución, predominio matutino, carácter intermitente y con debilidad asociada. Progresivamente se ha añadido rigidez, artralgias e impotencia funcional a nivel proximal de extremidades superiores e inferiores. Mejoría parcial con antiinflamatorios. No desencadenante identificado aunque refiere virasis intercurrente al principio del cuadro. A la exploración física destaca rigidez e imposibilidad para levantarse de la silla sin apoyo de extremidades superiores (EESS) y limitación de abducción de EESS. No signos flogóticos a nivel articular. Resto de exploración física anodina.  
Se realiza análisis de sangre que muestra VSG 36 mm/h, PCR 3,26 mg/dl con autoinmunidad negativa (factor reumatoide, citrulinados y ANAs), CKs y serologías negativas. Resto sin hallazgos a destacar. Radiografías de hombros y pelvis sin alteraciones.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Se orienta el caso como posible Polimialgia Reumática (PR).

Diagnóstico diferencial: miopatía, mialgias virales, tendinopatía, artritis reumatoide,  hipotiroidismo, síndrome paraneoplásico.

Tratamiento y planes de actuación

Se inicia tratamiento con corticoides sistémicos a dosis mínima eficaz. Se solicita densitometría y suplementación con calcio y vitamina D preventivos.

Evolución

Dada la sospecha de PR se aplican los criterios diagnósticos según EULAR/ACR y la paciente cumple los criterios necesarios y > 4 criterios clínicos por lo que se puede asumir el diagnóstico. 

La paciente presenta buena respuesta clínica con prednisona de 15 mg/24 h aunque persiste con VSG y PCR elevadas por lo se aumenta la dosis y se llega a dosis máxima de 20 mg/24 h. Se mantiene la dosis durante 4 semanas con reducción progresiva de 2,5 mg mensuales hasta llegar a 10 mg/24 h, a la espera de intentar reducir 1 mg mensual si se mantiene con control de los síntomas. En ningún momento la paciente presenta clínica ocular, claudicación mandibular o hipersensibilidad de cuero cabelludo por lo que no se sospecha arteritis de la arteria temporal (Horton) aunque se informa a la paciente de los signos de alarma.

Conclusiones (y aplicabilidad para la Medicina de Familia)

La longitudinalidad es una de los puntos fuertes de la Medicina de Familia que permite hacer un seguimiento estrecho conociendo a la paciente. En este caso ha permitido ver la evolución clínica facilitando la orientación diagnóstica final y la respuesta al tratamiento.


Comunicaciones y ponencias semFYC: 2025; Comunicaciones: Casos clínicos. ISSN: 2339-9333

Autores

Duran I Castells, Maria
CAP Drassanes. Barcelona
Montaner Santoma, Júlia
CAP Drassanes. Barcelona