III Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
6-7 de junio de 2025
Enfoque individual
Mujer de 60 años, fumadora, sin otros antecedentes a destacar. Consulta por mialgias de 3 semanas de evolución, predominio matutino, carácter intermitente y con debilidad asociada. Progresivamente se ha añadido rigidez, artralgias e impotencia funcional a nivel proximal de extremidades superiores e inferiores. Mejoría parcial con antiinflamatorios. No desencadenante identificado aunque refiere virasis intercurrente al principio del cuadro. A la exploración física destaca rigidez e imposibilidad para levantarse de la silla sin apoyo de extremidades superiores (EESS) y limitación de abducción de EESS. No signos flogóticos a nivel articular. Resto de exploración física anodina.
Se realiza análisis de sangre que muestra VSG 36 mm/h, PCR 3,26 mg/dl con autoinmunidad negativa (factor reumatoide, citrulinados y ANAs), CKs y serologías negativas. Resto sin hallazgos a destacar. Radiografías de hombros y pelvis sin alteraciones.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se orienta el caso como posible Polimialgia Reumática (PR).
Diagnóstico diferencial: miopatía, mialgias virales, tendinopatía, artritis reumatoide, hipotiroidismo, síndrome paraneoplásico.
Tratamiento y planes de actuación
Se inicia tratamiento con corticoides sistémicos a dosis mínima eficaz. Se solicita densitometría y suplementación con calcio y vitamina D preventivos.
Evolución
Dada la sospecha de PR se aplican los criterios diagnósticos según EULAR/ACR y la paciente cumple los criterios necesarios y > 4 criterios clínicos por lo que se puede asumir el diagnóstico.
La paciente presenta buena respuesta clínica con prednisona de 15 mg/24 h aunque persiste con VSG y PCR elevadas por lo se aumenta la dosis y se llega a dosis máxima de 20 mg/24 h. Se mantiene la dosis durante 4 semanas con reducción progresiva de 2,5 mg mensuales hasta llegar a 10 mg/24 h, a la espera de intentar reducir 1 mg mensual si se mantiene con control de los síntomas. En ningún momento la paciente presenta clínica ocular, claudicación mandibular o hipersensibilidad de cuero cabelludo por lo que no se sospecha arteritis de la arteria temporal (Horton) aunque se informa a la paciente de los signos de alarma.
La longitudinalidad es una de los puntos fuertes de la Medicina de Familia que permite hacer un seguimiento estrecho conociendo a la paciente. En este caso ha permitido ver la evolución clínica facilitando la orientación diagnóstica final y la respuesta al tratamiento.