ÁMBITO DEL CASO
Atención Primaria y Servicio de Urgencias.
MOTIVO DE CONSULTA
Dolor abdominal.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Antecedentes personales: varón de 36 años, sin alergias medicamentosas conocidas. Sin factores de riesgo cardiovascular. No fumador ni consumo de otras drogas. Sin enfermedades médico-quirúrgicas de interés. No tratamientos habituales.
Anamnesis: consulta en su centro de salud por presentar dolor abdominal que irradia a periné asociando tenesmo rectal de < 12 horas de evolución impresionando de una posible prostatitis. No refiere fiebre ni sensación nauseosa, vómitos, alteración de hábito intestinal, ni síndrome miccional. Tras evolución clínica, el paciente refiere que el dolor empeora con la defecación y alivia tras la micción.
Exploración física: BEG, NH, NC, consciente y orientado en tiempo, persona y espacio. Eupneico en reposo. T.ª: 36,5. TA:131/84 FC: 72 lpm. ACP: rítmico, MVC, no ruidos patológicos sobreañadidos. Abdomen blando, depresible doloroso a la palpación en hipogastrio y región suprapúbica. Blumberg positivo en hipogastrio-mesogastrio y FID. No se palpan masas ni organomegalias
Pruebas complementarias: tira de orina (en CS), analítica, radiografía y ecografía. Bioquímica. Analítica: 20.120/mcl leucocitos (90,5% neutrófilos). Radiografía de abdomen: sin hallazgos patológicos. Ecografía abdominal: signos sonográficos en área de máximo dolor en relación con diverticulitis aguda sigmoidea.
Enfoque familiar
Etapa I (formación). Buen apoyo sociofamiliar. Vida laboral activa.
Diagnóstico diferencial
Diagnóstico: diverticulitis aguda.
Diagnóstico diferencial: prostatitis, colitis ulcerosa, colitis isquémica, etc.
Tratamiento
El paciente ingresó en Atención Hospitalaria para tratamiento conservador.
Evolución
Evolución favorable, por lo que pasa a control por su médico de familia.
CONCLUSIONES
La clínica inespecífica de la diverticulitis nos obliga a realizar un diagnóstico diferencial con un abdomen agudo. Los síntomas iniciales de estas patologías pueden ser inespecíficos, lo que hace difícil un correcto enfoque diagnóstico inicial. Por ello, un seguimiento de la evolución nos puede aportar información valiosa para confirmar la sospecha diagnóstica.