Conocer la opinión de las personas mayores no institucionalizadas sobre los cuidados que reciben.

Estudio cualitativo con entrevista semiestructurada. Muestra: pacientes asignados a un médico de un centro de salud urbano que en diciembre’19 tienen 90 o más años. N:34 pacientes. Previamente se realiza un estudio cuantitativo de dependencia; a los pacientes sin demencia (N:26) se les entrevista (cinco preguntas abiertas) acerca del tipo de cuidado: si cuentan con el apoyo suficiente, qué opinión tienen, ventajas e inconvenientes, quién eligió el tipo de cuidado y cumplimiento de expectativas.

-Acuerdo/desacuerdo sobre suficiencia del apoyo: depende del grado de dependencia; a más autonomía, mayor satisfacción, a más dependencia, más necesidades insatisfechas. -Ventajas: Seguir viviendo en sus domicilios. Autonomía en las decisiones diarias (qué hacer, qué comer, a dónde ir) Independencia. -Desventajas: Pérdida de autonomía (fuerza física/movilidad, autonomía cognitiva) Gasto económico de los cuidados formales. Soledad:  vivida como una ventaja para unos, para otros un inconveniente. -Quién decide el cuidado que reciben: Pocos pacientes deciden qué tipo de cuidado reciben. En general son los familiares o trabajadoras sociales, aunque mayoritariamente no hay una decisión explícita, son las circunstancias de vida/familiares y las progresivas necesidades las que llevan hacia un tipo de cuidado u otro. -Cumplimiento de expectativas: no se tienen expectativas previas. La mayoría están satisfechos con el cuidado que reciben. Todos rechazan ir a centros residenciales, prefieren ser cuidados por familiares. Durante el confinamiento, las entrevistas detectan un aumento de implicación de los familiares, supliendo la disminución del cuidado formal.

La independencia y autonomía es altamente valorada. Sin embargo, no se ejerce a la hora de elegir los cuidados.  Sería necesario preguntar a los pacientes las expectativas y preferencias de futuros cuidados para poder planificarlos con antelación.