ÁMBITO DEL CASO
Atención Primaria.
MOTIVO DE CONSULTA
Dolor abdominal.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Varón de 56 años sin reacciones medicamentosas conocidas, no fumador, obesidad (IMC de 41,05), consumo de 2 cervezas sin alcohol por semana, con antecedentes de apendicectomía. No recibe ningún tratamiento.
Acude a consulta por dolor abdominal y fiebre de 38 ºC de 2 días de evolución. Asocia orina colúrica. Refiere molestias abdominales desde hace 2 años.
TA: 170/100 FC: 100 lpm. Temperatura: 37 ºC. Peso: 133 kg. Talla: 180 cm. Molestias a la palpación profunda abdominal sin palpar masas ni megalias. Signo de Murphy y Blumberg negativos. Resto de la exploración anodina. Se solicita analítica y ecografía abdominal preferente.
Enfoque familiar
Hombre casado y sin hijos. Familia estructurada. En paro desde hace 5 años.
Diagnóstico diferencial
Cólico biliar con colecistitis. Diagnóstico diferencial con colangitis y esteatohepatitis.
Tratamiento
Se pauta paracetamol 1 g/8 h, dieta de 1.000 calorías y ejercicio aeróbico diario. Además, enalapril 20 mg e hidroclorotiazida 12,5 mg.
Evolución
A los 3 días vuelve para recoger resultados de analítica. GOT: 138, GPT: 163, GGT: 430, bilirrubina 2,13, bilirrubina directa 0,88, bilirrubina indirecta 1,25, FA: 137. Sigue con molestias abdominales, sin fiebre. TA: 120/75, peso: 125 kg, IMC: 38,58. Se indica seguir con dieta y ejercicio y tratamiento hipertensivo. Se solicita interconsulta al Servicio de Digestivo.
Unas 2 semanas después se realiza otra analítica con serología negativa para hepatitis víricas y toxoplasma, con transaminasas y bilirrubina normalizadas y GGT de 138.
El paciente es visto por Digestivo con ecografía abdominal con esteatosis hepática y colelitiasis sin signos de inflamación de vesícula y con ductos biliares. Ha perdido 12 kilos en 3 semanas con IMC de 37,53, y ha desaparecido toda sintomatología. Seguirá con seguimiento de colelitiasis por parte de digestivo.
CONCLUSIONES
La esteatohepatitis no alcohólica tiene una prevalencia de 6-35% y se relaciona con el síndrome metabólico. Se manifiesta con molestias abdominales y malestar general. El diagnóstico se realiza con elevación de transaminasas y fosfatasa alcalina, imagen de esteatosis, ausencia de consumo alcohólico y descartando otras causas de hipertransaminemia como hepatitis virícas o autoinmunes o consumo de medicamentos. La pérdida de peso es el único tratamiento con evidencia suficiente.