III Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
6-7 de junio de 2025
Atención domiciliaria, ámbito rural.
Mujer de 91 años que presenta epigastralgia de 3 días de evolución, 24 horas después de una comida copiosa y muy grasa inicia con malestar general, epigastralgia, vómitos alimentarios y diarrea con deposiciones líquidas, negras y malolientes que persisten durante 3 días. Encamada y con disminución del apetito. No otra clínica asociada.
Enfoque individual
Paciente de 91 años que vive en domicilio con una sobrina y con una cuidadora interna. Independiente para actividades básicas de la vida diaria, no deterioro cognitivo. Como antecedente de interés, hipertensión arterial en tratamiento farmacológico, enfermedad renal crónica estable e hipercolesterolemia.
A la exploración física, buen estado general, consciente y orientada. Constantes en rango, bien hidratada y perfundida. Abdomen sin hallazgos de interés, con tacto rectal con heces de coloración normal.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Impresiona de cuadro de hemorragia digestiva alta sin datos de gravedad.
Tratamiento y planes de actuación
Se comenta con la paciente y familiares la opción de derivación a urgencia hospitalaria versus tratamiento conservador en domicilio y dado la ausencia de datos de alarma se decide tratamiento empírico con inhibidores de bomba de protones, antieméticos, dieta de protección gástrica y control en 24 horas. Se informa de que en caso de datos de alarma avisen al servicio de emergencias. Analítica de control al día siguiente.
Evolución
Mejoría de síntomas en 24 horas. Se tramita petición de endoscopia ambulatoria. Tras 2 semanas, completamente asintomática. Acuden sus familiares a consulta proponiendo la no realización de endoscopia, dada la edad, fragilidad y dado el buen estado de la paciente se cancela la petición, se mantiene el tratamiento 8 semanas programando estudio de antígeno de Helicobacter pylori en heces un mes tras finalización del tratamiento.
La atención domiciliaria implica una atención individualizada y centrada en cada paciente, lo que conlleva trabajar «haciendo malabares». En este caso acordamos priorizar tratamiento sintomático, conservador y domiciliario respetando la decisión de la paciente de evitar pruebas invasivas y el traslado fuera de su domicilio.